6 nombres que significan hambruna
Parece un poco contraproducente ponerle a tu bebé un nombre que te recuerde una época de graves dificultades y hambre, pero para eso están estos nombres que significan hambruna. A veces, es bueno recordar de dónde se viene con la esperanza de una nueva vida y una mayor abundancia en los próximos años.
Sorprendentemente, hay varios nombres que significan hambruna, y la mayoría de ellos son de origen keniano, ugandés e indio. Esto se debe probablemente a los climas cálidos y áridos que dominan estas regiones, que provocan escasas precipitaciones y hambrunas periódicas.
A pesar de sus desafortunados orígenes, estos nombres siguen sonando muy bien. Por ejemplo, Nanjala, un nombre de niña procedente de las culturas Luhya y Lugisu de Uganda, que significa “Nacido durante la hambruna”. Su equivalente masculino, Wanjala, tiene el mismo origen y, naturalmente, el mismo significado.
En el subcontinente indio, podemos recurrir a Trushna para las niñas y Trushit para los niños. Ambos nombres significan “hambre”. Curiosamente, el nombre de niña similar Trishna significa “sed” en lugar de hambre.
También encontrará Euna en Escocia, un nombre de niña que significa “hambre”. Sin embargo, no es terriblemente popular dentro del país, ya que se ha estancado en torno a la marca de 1500 para los principales nombres de bebé en Escocia desde 2023.
Aunque estos nombres puedan significar hambruna, no nos faltan nombres inspirados en ellos, como demuestra nuestra extensa lista que aparece a continuación. Sigue leyendo si tienes curiosidad por saber más sobre sus orígenes.
Aketch
Significado: Nacer durante una hambruna
Origen: Africano
Género: Chica
Euna
Significado: Cordero o hambre
Origen: Escocés
Género: Chica
Nanjala
Significado: Nacido durante una hambruna
Origen: Uganda
Género: Chica
Trushit
Significado: Hambre
Origen: Indio
Género: Niño
Trushna
Significado: Hambre
Origen: India
Sexo: Chica
Wanjala
Significado: Nacido durante la hambruna
Origen: Africano
Género: Niño
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Pediatra desde 2015, enamorada de mi trabajo. Tengo dos enormes renacuajos y un marido que cocina mejor que nadie.
Máster en Investigación Clínica y Postgrado en Divulgación Científica, también colaboro desde hace años como profesora en varios centros educativos y artículos científicos.
Empecé Revista del Bebé para ayudar a todas las madres y padres que lo pudieran necesitar, y así unifico mis grandes pasiones: los niños y escribir.